Redacción – Amnistía Internacional ha exigido a Marruecos que acabe con la persecución judicial y el acoso al periodista Ignacio Cembrero, que está a la espera de sentencia tras haber sido juzgado hace un mes por afirmar que había sido espiado por este país a través del programa Pegasus. Madrid, 15 feb
«No tendría que haber tenido que afrontar este juicio absurdo en el que se pide que la posible víctima de un delito como el de espionaje no pueda hablar sobre ello. El acoso y la persecución constante de las autoridades marroquíes a Cembrero deben terminar de forma inmediata, son un ataque a su libertad de expresión y un aviso a cualquiera que quiera informar sobre sus políticas», ha denunciado en un comunicado el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán.
Además de «la lógica absolución» del periodista, la organización también reclama al Gobierno español que promueva que la Fiscalía realice una investigación independiente sobre el espionaje al que habría sido sometido.
Según Amnistía, esta es la cuarta vez que las autoridades marroquíes «tratan de acallar» al reportero con una demanda que forma parte de su estrategia «de silenciar cualquier voz crítica» con sus políticas: en 2014 la Fiscalía archivó dos querellas contra él por enaltecimiento del terrorismo, y un año después, un empresario vinculado con los servicios secretos marroquíes le demandó por intromisión al honor y fue absuelto.
El juicio celebrado el pasado mes coincidió con la resolución del Parlamento Europeo para urgir a las autoridades marroquíes a cesar la vigilancia masiva contra periodistas presumiblemente mediante el uso del programa Pegasus, a respetar la libertad de expresión y a liberar a los periodistas encarcelados.
El origen de este proceso se sitúa en julio de 2021, cuando un consorcio de medios internacionales, coordinados por Forbidden Stories y con apoyo técnico de Amnistía Internacional, desveló que los gobiernos de varios países -entre ellos Marruecos- habrían espiado miles de teléfonos celulares, como clientes de la firma tecnológica israelí NSO Group, a la que pertenece Pegasus.
Sin embargo, añade la organización, las autoridades marroquíes «no se han detenido en la vigilancia ilegítima, sino que han continuado la persecución y el acoso contra figuras que les resultan incómodas», y cita los casos de los periodistas Omar Radi, Taoufik Bouachrine o Soulaiman Raissouni y los activistas Abdessadak El Bouchattaoui y Maati Monjib.
Ante esta «doble represión» formada por el espionaje y la persecución judicial, Amnistía se une a la reciente resolución del Parlamento europeo en la que se pide a los Estados miembros que dejen de exportar tecnología de vigilancia a Marruecos porque contribuye a «una vigilancia ilegítima que puede considerarse como crónica por parte de las autoridades y los servicios secretos del país».
«PENSABA QUE EL PSOE DEFENDÍA LOS DERECHOS HUMANOS…» sentenció Cembrero cuando el 19 de enero los eurodiputados socialistas españoles votaron en contra de la Resolución en la que se instaba a las autoridades marroquíes a «respetar la libertad de expresión y prensa, y garantizar a los encarcelados un juicio justo», entre otras cuestiones.
La resolución fue aprobada con 356 votos a favor, 32 en contra y 42 abstenciones.
/EFE
