Redacción- Un grupo de afganas protestaron este martes a puerta cerrada en Kabul contra el veto de los talibanes a la educación femenina universitaria, en respuesta a la violencia con que las fuerzas de seguridad de los fundamentalistas han reprimido las últimas manifestaciones de mujeres organizadas en las calles. Kabul, 27 dic (EFE)
«Como los medios de comunicación y la gente fueron testigos de que las fuerzas de seguridad talibanes dispersaron violentamente la protesta anterior, decidimos unirnos en un lugar cercano y alzar nuestra voz (…) con respecto a las decisiones ilógicas y no islámicas de los talibanes»
dijo a EFE una de las manifestantes bajo condición de anonimato.
Reunidas en lo que parece ser una vivienda privada, las mujeres condenaron la orden que los talibanes tomaron la semana pasada prohibiéndoles ingresar a las universidades, y lamentaron que la comunidad internacional permanezca en silencio mientras Afganistán se convierte en una «cárcel» para ellas.
Las mujeres, la mayoría estudiantes, criticaron que los talibanes han recortado los derechos humanitarios e islámicos básicos de las afganas desde su llegada al poder en agosto del año pasado.
«Los talibanes prohibieron a las mujeres la educación y el trabajo desde el comienzo de su Gobierno, lo que va en contra de todos los derechos humanos y les privó de sus derechos humanitarios e islámicos básicos»
denunció una de las manifestantes.
En respuesta, pidieron al Gobierno talibán y a la comunidad internacional que revisen el veto a la educación femenina universitaria, así como la reapertura de las escuelas de secundaria para mujeres, que se encuentran cerradas desde la toma de Kabul por los fundamentalistas.
Además, también solicitaron que se les devuelvan la posibilidad de incorporarse al mercado laboral en plenas condiciones, así como poder formar organizaciones de mujeres.
Las afganas han protagonizado numerosas protestas por todo el país desde la entrada en vigor de la orden que les prohibía acceder a las universidades.
Sin embargo, muchas de estas manifestaciones se vieron interrumpidas por las fuerzas de seguridad de los talibanes, que reprimieron a las manifestantes con cañones de agua o arrestaron a varias de ellas con el objetivo de detener las marchas.
Desde la llegada al poder de los talibanes, estos han decretado una larga lista de restricciones contra las mujeres, que incluye la segregación por sexos en lugares públicos, la imposición del burka o la obligación de ir acompañadas por un familiar masculino en trayectos largos.
La última de estas decisiones fue adoptada el pasado fin de semana…
cuando prohibieron que las mujeres trabajasen en las organizaciones no gubernamentales, por considerar que no están cumpliendo con las leyes islámicas al no usar velo, un anuncio que conllevó la retirada del país de varias ONG como forma de protesta.
En Ginebra…
El alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), Volker Türk, pidió hoy a los talibanes que gobiernan en Afganistán que revoquen de inmediato las políticas contra las mujeres y niñas, que ahondan la discriminación en su contra y que tendrán consecuencias nefastas para toda la sociedad.
«Ningún país se puede desarrollar, incluso sobrevivir, social y económicamente si se excluye a la mitad de la población. Las restricciones contra las mujeres no sólo aumentará el sufrimiento de todos los afganos, sino también puede ser un riesgo más allá de las fronteras de Afganistán», alertó.
El alto comisionado de la ONU señaló que toda esta situación aumentará la vulnerabilidad de las mujeres y niñas, con un riesgo más elevado de que sean víctimas de violencia doméstica y sexual.
«Los intentos de relegarlas al silencio y la invisibilidad no triunfarán, y lo único que harán será dañar a todos los afganos», insistió Türk.